CIENCIAS NATURALES PRIMERO BÁSICO


CENTRO EDUCATIVO INTEGRAL GUATEMALTECO
      Guía de Trabajo -  Primero Básicos
      Asignatura: Ciencias Naturales   
      Docente Patricia Mendez


  • Lea cuidadosamente la lectura Hongos en la despensa, luego realice un resumen de cinco hojas como mínimo, incluya imágenes en hojas tamaño carta, escrito a mano. No olvide incluir Caratula, Introducción, comentario personal y glosario 10 palabras mínimo con su significado.

HONGOS EN LA DESPENSA
Seguro que, en más de una ocasión, al coger una rebanada de pan de molde para preparamos un sándwich, hemos observado pequeñas manchas verdosas que nos resultan un poco desagradables. Si las manchas aparecen sobre la corteza, solemos recortar los bordes y utilizar el resto.
En alguna ocasión, también, al abrir el tarro de la mermelada, observamos una pelusa blanca formando pequeñas motas en la superficie de la mermelada. Como no nos atrevemos a tirar el tarro entero, solemos retirar la superficie «manchada» con una cucharilla, y listo. Sea lo que sean estas «cosas», aparentemente hemos hecho lo correcto para garantizar que no ingerimos ninguna sustancia dañina. ¿Estamos seguros de ello? No nos conformemos con estas maniobras, y averigüemos un poco más acerca de las manchas de los alimentos.

¿Hongos o setas?
Los hongos no son plantas, ya que se alimentan de la materia orgánica de otros seres vivos (heterótrofos), pero tampoco son animales, ya que carecen de órganos de los sentidos y no se pueden desplazar. Por eso, aunque son eucariotas como los animales y las plantas, sus componentes se agrupan en un reino distinto: el reino hongos.
Existe una clasificación científica de los hongos que es un tanto compleja. Sin embargo, para que podamos manejamos con la diversidad de especies de este reino, podemos clasificarlos en tres grupos: setas, levaduras y mohos. Siempre que oímos hablar de hongos, estamos pensando en las setas. Pero las setas no son más que el órgano reproductor de algunos tipos de hongos, algo así como la «fruta» de los hongos.
La mayoría de las setas son comestibles, pero otras son extremadamente peligrosas. En algunos casos, han recibido un nombre muy adecuado, como el Boletus satanas (boleto de satanás).

En otros casos, sin embargo, dentro de un mismo género existen especies mortales y especies comestibles. Es el caso de la Amaníta phalloídes, y la Amaníta blanca. La primera de ellas es muy tóxica, y provoca daños tan graves en el organismo que pueden causar la muerte. La segunda, sin embargo, es comestible. Además, existen otras especies de este género, la Amaníta verna y la Amaníta vírosa, que también son tóxicas, aunque menos que la Amaníta phalloídes.

Todas ellas se parecen entre sí, por lo que solo un experto en setas puede diferenciarlas. Recolectar setas en el monte no es un juego. No solo ponemos en riesgo nuestra salud, sino que privamos a la naturaleza de sus ciclos naturales, ya que los hongos reciclan la materia orgánica, devolviendo el carbono y otros elementos a su estado natural, para que vuelvan a ser utilizados por las plantas.

HONGOS EN LA DESPENSA

Hongos microscópicos: las levaduras Las levaduras son hongos unicelulares que se encuentran ampliamente dispersas en la naturaleza, sobre las hojas, las flores, los frutos, la piel, las plumas, e incluso en el interior del aparato digestivo de los animales. Las levaduras se caracterizan por su forma de nutrición. Se «alimentan» de hidratos de carbono (azúcares) mediante un proceso llamado fermentación. El resultado de esta fermentación no solo les proporciona la energía que necesitan, sino que genera como productosde desecho otro tipo de sustancias, como el alcohol, el ácido láctico  el ácido acético (componente del vinagre). Este proceso natural es aprovechado por la industria para fabricar productos como el vino, la cerveza, el pan e incluso antibióticos.
Además, algunos de estos productos de desecho son excelentes conservantes, como el ácido láctico. Ninguna levadura es dañina por sí misma para el ser humano. Sin embargo, son las principales responsables del deterioro de los alimentos con azúcar, como las frutas y las bebidas sin alcohol.

Las levaduras tienen un aspecto similar a las bacterias y se reproducen de la misma manera.
Hongos filamentosos: los mohos El tercer gran grupo de hongos de nuestra clasificación son los mohos.
Estos hongos están formados por filamentos microscópicos, que les dan ese aspecto característico de «pelusilla» aterciopelada. En ocasiones, además, las esporas que se forman en el extremo de los filamentos les dan un aspecto pulverulento.

Mohos, levaduras y setas son organismos heterótrofos que se alimentan de las sustancias orgánicas existentes en el sustrato en el que crecen. Por esta razón dicho sustrato no es casual, sino que reúne una serie de condiciones que lo hacen favorable para el crecimiento de los hongos: humedad y materia orgánica en descomposición son dos de los requisitos básicos. Puesto que los hongos se reproducen por esporas, estas se hallan presentes en el aire de cualquier espacio, natural o artificial. De esta manera, siempre que se den las condiciones para el desarrollo de un determinado tipo de hongo, comenzará la invasión. Una vez colonizado el sustrato por un hongo, este se alimenta de las sustancias orgánicas mediante una serie de reacciones químicas, a partir de las cuales obtiene materia y energía para llevar a cabo sus funciones vitales, pero además se generan unos productos de desecho que tienen usos muy diferentes, según el tipo de hongo de que se trate y el sustrato sobre el que se desarrolla.

Las levaduras llevan a cabo la fermentación, que se utiliza en diferentes procesos industriales. En el caso de los mohos, de todos es conocida la producción de antibióticos a partir de mohos del género Penicillium. Además, son utilizados en la fabricación de algunos alimentos, como los quesos. Penicillium roqueforti se utiliza para dar sabor al queso de cabrales, y el queso camembert debe su gusto y aspecto al moho Penicillium camemberti. Mohos y micotoxinas. Hemos visto que cada especie de hongo lleva a cabo un conjunto de reacciones químicas características de su especie y del sustrato sobre el que se llevan a cabo dichas reacciones. Estas reacciones químicas variarán en intensidad, en función de la temperatura, la humedad y la cantidad de sustrato disponible.

HONGOS EN LA DESPENSA

En ocasiones, bajo determinadas condiciones más restrictivas, algunos mohos producen una serie de productos intermedios altamente tóxicos: son las micotoxinas. Las más importantes son las producidas por mohos de los géneros Aspergillus, Fusarium y Penicillium. Las más peligrosas son las aflatoxinas y las patulinas, ambas carcinógenas muy potentes. Las aflatoxinas, por ejemplo, son producidas por mohos del género Aspergillus, que están muy difundidos por todos los rincones del mundo, y proliferan en muchos alimentos, especialmente los cacahuetes, el maíz y las semillas de algodón.

A diferencia de las setas, la peligrosidad de los mohos es potencial, es decir, se debe dar unas condiciones particulares para la producción de dichas toxinas. Así, por ejemplo, se han detectado aflatoxinas y patulinas en peras, manzanas, cebollas y berenjenas mohosas. Igualmente, bajo determinadas condiciones, el P. Cammemberti ha sido documentado como productor de aflatoxinas. Sin embargo, se utiliza para la fabricación del queso camembert sin ningún riesgo para la salud, ya que se lleva a cabo en condiciones bajo control.

Del campo al ser humano

En esencia, los mohos están presentes mayoritariamente en los productos agrícolas, especialmente en los forrajes de los animales, ya que el almacenaje de estos productos es el más susceptible de sufrir contaminaciones por los mohos. Sin embargo, las micotoxinas no suelen ser dañinas para los animales, ya que se presentan en cantidades ínfimas. El peligro para los seres humanos reside en que se acumulan en los
Organismos de los animales, actuando como amplificadores de los efectos. Pero no se trata solamente del consumo directo de carne animal, sino que las micotoxinas se acumulan también en los productos derivados como la leche y los huevos.

La contaminación por micotoxinas en algunos productos agrícolas representa un problema gravísimo para muchos países, con repercusiones económicas importantes. Recordemos que la micotoxina es una sustancia química, y, por tanto, no puede ser eliminada de los productos contaminados. Debemos saber que los alimentos envasados contienen conservantes y acidulantes cuya misión es retrasar la degradación producida por los hongos. Entre ellos destacan los antioxidantes y los conservantes. Algunos alimentos contienen de forma natural sustancias con actividad antimicrobiana, como el ácido láctico de los yogures, razón por la cual tienen mayor duración que la leche fresca. En cambio, en los alimentos frescos estas sustancias no existen, por lo que la condiciones de conservación deben ser las tradicionales: ambiente frío y seco, que retrasa el desarrollo de los mohos. En cuanto a los alimentos ya mohosos, debemos desecharlos en su totalidad. No nos estamos refiriendo, claro está, a los productos que se venden ya «mohosos», como los quesos, ya que en estos productos los mohos están inactivos. ¿O alguien ha visto alguna vez que un queso roquefort se haya puesto aún más mohoso? Por último, para retrasar la aparición de moho en las frutas frescas, el frío es el único método al que podemos recurrir.

También por el aire...
En algunas zonas de América se han documentado desde hace varios años unos casos médicos muy graves y sorprendentes. Se trata de bebés de menos de seis meses que sufren una alteración que ha recibido el nombre de hemorragia pulmonar. Muchos de los bebés han muerto a causa de esta alteración.

Ojo con los alimentos...
No podemos hacer mucho para evitar las micotoxicosis producidas por alimentos ya contaminados por micotoxinas. Sin embargo, sí podemos, y debemos, adoptar medidas de higiene y conservación de alimentos, para evitar la proliferación de mohos en los mismos. El diagnóstico de esta enfermedad apunta a un hongo poco común, denominado Stachybotrys chartarum, como el causante de esta reacción, al alojarse sus esporas en los pulmones, y liberar toxinas muy potentes. En todos los casos analizados, este hongo estaba presente en los hogares de los bebés.

HONGOS EN LA DESPENSA

Este hongo se desarrolla solo sobre madera o papel que hayan permanecido muy húmedos durante varios días. No existen referencias de este hongo en España, debido fundamentalmente a que la madera no es el material de construcción básico. Sin embargo, otros mohos, menos tóxicos, crecen habitualmente en nuestros hogares. En cualquier caso, las esporas se transmiten por el aire. En una casa con moho, siempre habrá esporas en el aire. Los efectos de estas esporas en la salud será similar a la del polen y otros alérgenos: problemas respiratorios similares al asma, irritación de nariz o garganta, tos seca, etc. Sea cual sea el tipo de moho, hemos de tomar medidas para corregir rápidamente las humedades que se producen en los hogares, antes de ser invadidas por mohos. Si estos llegaran a desarrollarse, deben ser eliminados escrupulosamente con agua y lejía, con cuidado de eliminar a continuación todos los utensilios empleados en la limpieza, para evitar la contaminación de otras superficies u objetos.



















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